Currículum de Identidad
Título: "Currículum de Identidad"
Capítulo 1: El Peso de un Nombre
Carlos Montero sabía lo que era empezar desde cero. No siempre fue Carlos. Hubo un tiempo en que su documento decía otro nombre, uno que el mundo corporativo nunca tomó en serio. Pero los años le enseñaron que los negocios no tenían piedad, solo resultados.
No cambió de identidad por sentirse atrapado en el cuerpo equivocado, sino porque el mundo de los negocios era implacable con las mujeres. Como Carla, vio puertas cerrarse sin razón aparente; como Carlos, esas mismas puertas se abrieron de par en par.
Era un hombre de negocios ahora, y nadie debía saber su pasado.
Esa mañana, como cualquier otra, se preparaba para entrevistas de trabajo. Buscaban secretaria administrativa con experiencia en taquigrafía. Un puesto técnico, sin ideologías, sin cuotas.
La puerta se abrió. Lucía Rojas entró con la seguridad de quien no concibe un no por respuesta.
Capítulo 2: La Entrevista
Lucía se sentó sin esperar indicaciones.
—Gracias por venir, Lucía. Veo que te interesa el puesto.
—Sí, creo que es una gran oportunidad para las mujeres en empresas dirigidas por hombres.
Carlos alzó una ceja.
—Aquí no miramos el género. Solo buscamos la mejor persona para el trabajo.
Lucía sonrió con superioridad.
—Eso es lo que dicen todos.
Carlos ignoró el comentario y revisó su currículum.
—Lucía, en la oferta especificamos conocimientos en taquigrafía. ¿Tienes experiencia en ello?
Lucía enderezó la espalda.
—Bueno, no específicamente, pero aprendo rápido.
Carlos no mostró reacción alguna.
—También necesitamos habilidades administrativas. ¿Has trabajado en algún puesto similar?
Lucía no dudó.
—Creo que lo importante aquí es la igualdad de oportunidades. Muchas mujeres no tienen experiencia porque se les niega el acceso al trabajo.
Carlos respiró hondo.
—Aquí no negamos acceso a nadie, pero el puesto requiere habilidades específicas.
Tomó una hoja con taquigrafía.
—Haremos una pequeña prueba.
Lucía frunció el ceño.
—¿Prueba?
—Sí. Si puedes transcribir esto correctamente en cinco minutos, seguimos con la entrevista.
Un silencio espeso llenó la sala. Lucía no lo había previsto.
Miró la hoja sin tocarla.
—Creo que esto no es relevante.
—Es la base del trabajo.
Lucía sonrió, pero su expresión se endureció.
—Entiendo.
Se levantó sin despedirse y salió con paso firme.
Carlos suspiró. Había visto esa actitud antes.
No le dio más importancia y siguió con la siguiente entrevista.
Capítulo 3: El Golpe
A la mañana siguiente, su teléfono vibró con insistencia. Un mensaje de su socio, Andrés.
"Mira esto."
El enlace lo llevó a un artículo en un medio progresista:
"Machismo en las Empresas: La Historia de una Mujer Silenciada"
La denuncia era anónima, pero la historia era clara.
"Lucía R., aspirante a un puesto administrativo, fue rechazada por una empresa que prioriza el talento masculino sobre la equidad. A pesar de su preparación y deseo de progresar, se encontró con un directivo que la excluyó por ser mujer."
Carlos apretó los dientes. No había mencionado una sola palabra sobre su género.
Ni una.
Y sin embargo, ahora él era el villano de la historia.
El teléfono volvió a vibrar. Un correo de la Inspección de Trabajo.
Denuncia por discriminación.
Carlos miró la pantalla con incredulidad. Había vivido como Carla y había visto injusticias reales. Pero esto… esto era otra cosa.
Andrés entró en su despacho con una risa amarga.
—¿Lo viste?
Carlos asintió.
—Así es como funciona ahora. No es cuestión de méritos. Es cuestión de imponer la narrativa correcta.
Se levantó, caminó hacia la ventana y miró la ciudad.
Sabía que no podía ganar.
Había cambiado de nombre para triunfar en un mundo que castigaba a las mujeres… y ahora lo llamaban opresor.
Nada de eso importaba.
Porque en la era de la inclusión, los hechos nunca fueron tan importantes como la historia que se contaba sobre ellos.
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